jueves, 27 de marzo de 2014

Paternidad Responsable (IV) - Los métodos naturales

Empezamos acudiendo a las fuentes:
"los métodos naturales de regulación de la fertilidad han de ser promovidos como una valiosa ayuda para la paternidad y maternidad responsables, en la que cada persona, comenzando por el hijo, es reconocida y respetada por sí misma, y cada decisión es animada y guiada por el criterio de la entrega sincera de sí."
 
Beato Juan Pablo II - 1995
Como habréis podido comprobar en los artículos de esta serie, varios Papas han hablado en serio del asunto, aunque muchísimos católicos, y también muchísimos sacerdotes, desconocen el generoso Magisterio que la Iglesia ha dado sobre la paternidad responsable.
Los métodos naturales de regulación de la fertilidad se basan en una serie de estudios científicos que, analizando el ciclo femenino en profundidad, tratan de detectar la fertilidad de la mujer, identificando signos externos que se manifiestan sistemáticamente en cada ciclo. No es viable (al menos de momento) la detección de la ovulación de manera exacta e indubitable, pero sí que es posible detectarla con un margen de error lo suficientemente pequeño como para que el matrimonio pueda saber aproximadamente en qué momento sus relaciones conyugales se puede producir o no una fecundación.

Esto implica que estos métodos naturales no solo son útiles para evitar un embarazo, sino que también pueden ser utilizados por los matrimonios que tienen dificultades para concebir un hijo. Antes de someterse a ningún tratamiento farmacológico para incrementar las posibilidades de fecundación (los únicos tratamientos de fertilidad admitidos por el Magisterio de la Iglesia), yo aconsejaría siempre a estos matrimonios que aprendieran a conocer su cuerpo y sus ritmos, para poder tener sus relaciones en los periodos más fértiles, e incrementar las posibilidades de fecundación lo más posible. Por otro lado, casi todos los tratamientos de fertilidad someten a los esposos a una serie de pruebas, bastante desagradables, y sus tratamientos son casi siempre con fármacos hormonales, que alteran los mecanismos hormonales propios, con efectos  secundarios imprevisibles.

Otra de las causas por las que son tan poco conocidos estos métodos es que se dice de ellos que son muy poco seguros. Hombre, seguros 100% no hay ninguno, porque hasta la esterilización quirúrgica tiene un margen de error de hasta el 0,03%, pero se estima que los métodos naturales más desarrollados (como el sintotérmico) tienen una probabilidad de error inferior al 3%. Yo creo que es un margen suficiente, pero en todo caso, hasta en ese porcentaje se pueden hacer matizaciones.

La seguridad "absoluta", para un matrimonio cristiano, como hemos visto en el artículo anterior, no debe ser necesaria. Porque dejamos la última palabra a Dios. Pero curiosamente, los estudios científicos han comprobado que hay un periodo en el ciclo femenino que es totalmente infértil: desde tres días después de la ovulación, hasta que llega la regla.
Yo creo que es importante conocer los procesos fisiológicos, y sobre todo es importante poner en práctica la enseñanza de la Iglesia. Discernir, decidir en comunión en la pareja, aplicar la decisión del matrimonio usando, si fuera preciso, los periodos infértiles, y siempre, siempre acoger la voluntad de Dios como lo mejor para la vida de la familia cristiana. 
Hay varias webs donde se describe con detalle los métodos naturales, os copio algunas buenas, para que podáis enlazar directamente:

-          Cofvirgendeolaz.org

-          Donaimare.org

 

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3 comentarios:

  1. No es mi objetivo enseñar a utilizar los métodos naturales. Por eso la explicación ha sido ciertamente superficial. Más bien creo que es bueno hacer una reflexión sobre este tema tan importante. Porque Dios nos regaló un cerebro para pensar y discernir. Y además nos concedió la libertad para elegir. Ya no somos niños.

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  2. En primer lugar quería mostrar mi agradecimiento por la exposición muy clara que has hecho sobre un tema, en mi opinión bastante complicado.
    El tema de la paternidad responsable es algo que todos (no solo la "gente de iglesia") deberíamos conocer y sobre todo tener claro.
    El peligro que yo veo, es que se de un mal uso de los métodos naturales, ya que estos se convierten en un método anticonceptivo más. No se debe olvidar que el metodo sintotermico (metodo que combina el ciclo menstrual, moco cervical, temperatura basal...) tiene un indice de Pearl practicamente similar a los anticonceptivos orales e inferior al preservativo, esto quiere decir que como metodo anticonceptivo, sería practicamente similar a la pildora y mejor que un preservativo.
    Es por esto que para "hacer uso" de la paternidad responsable es imprescindible el discernimiento, discernimiento que SOLO puede venir del Espíritu Santo. Es la pareja, como bien dices, que en oración y guiadas por en Espíritu Santo tomen las decisiones oportunas.
    En el momento en el que el matrimonio, no tenga en cuenta esto, el uso de los metodos naturales se convierten en un metodo anticonceptivo mas, con el perjuicio que ello va a suponer.
    En mi experiencia, la paternidad responsable, es un fiarse de Dios, sabiendo que la voluntad de Dios va ser lo mejor para el matrimonio, la familia y para la propia persona, es un confiar en la voluntad de Dios, y es una ayuda para el matrimonio.
    Felicidades por el Blog.

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  3. Gracias por participar, pablord.

    Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices, pero creo conveniente hacer una precisión. Ese "fiarse de Dios" es lo correcto si se ha discernido antes. Si no ha habido discernimiento previo del matrimonio, entonces puede ser correcto o no.

    Mira lo que dice la Gaudium et Spes: "los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios Creador y como sus intérpretes. Por eso, con responsabilidad humana y cristiana cumplirán su misión y con dócil reverencia hacia Dios se esforzarán ambos, de común acuerdo y común esfuerzo, por formarse un juicio recto, atendiendo tanto a su propio bien personal como al bien de los hijos, ya nacidos o todavía por venir, discerniendo las circunstancias de los tiempos y del estado de vida tanto materiales como espirituales".

    No es cuestión de "todos los hijos que Dios nos mande", sino de "todos los hijos que Dios quiere que tengamos". En tema tan delicado, no conviene dejar que sea el instinto el que decida.

    Gracias de nuevo.

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